segunda-feira, 17 de janeiro de 2022

 

Altiplano peruano-boliviano, 31 de diciembre del 2021.

 

CARTA PARA EL COLECTIVO “EL DERECHO HALLADO EN LA CALLE” (DANR) DESDE EL ALTLIPLANO

 

Por Shyrley Tatiana Peña Aymara[1]

 

Recorrer, viajar, construir y aprender son cuatro verbos que he ido repitiendo e internalizando todo el año 2021. Estos verbos que se traducen en acciones que han acompañado mi caminar en cada proyecto personal, así como, en cada proyecto colectivo como seguir aprendiendo del significado del “derecho” y sus múltiples interpretaciones a partir de los pueblos más subalternizados en el mundo. En este caso, como parte de mi investigación doctoral se encuentran las rondas campesinas de Perú y México, las cuales son formas de resistencia milenaria quienes han ejercido funciones jurisdiccionales desde su fundación frente al abandono y el racismo estructural que se ha perpetuado por parte de las colonias y luego de los Estado latinoamericanos.   

 

El 2021 concluí con mi primer año de mi Programa de Doctorado/PhD en Derechos Humanos y Ciudadanía en la Universidad de Brasilia (UNB) en Brasil. Por tanto, puedo decir que uno de mis más grandes sueños se ha ido encaminando de la forma más sublime y poderosa. Junto a mi orientador, el profesor Dr. José Geraldo de Sousa Júnior, vengo comprendiendo que todavía faltan 3 años de formación en el postgrado y que como estudiante e investigadora dentro del Colectivo O Direito Achado na Rua  (El Derecho Hallado en la Calle, en su traducción al español), es necesario involucrarme y aportar en iniciativas a favor de los más desposeídos del mundo.

 

Gracias a este Colectivo, el cual fue fundado por mi querido orientador inspirado en la contribución teórica-epistémica-política del maestro Roberto Lyra Filho hace más de 30 años, se vienen configurando múltiples proyectos de transformación y comprensión del derecho de manera crítica, libertadora y como “máxima expresión de la libertad”. Considero que con estas premisas en esta Carta a mis compañeras y compañeros del Colectivo comienzo relatando unos de los preciados recorridos, viajes, construcciones y aprendizajes que me motivan a contarles mis memorias…

 

El encuentro con el Instituto de Interculturalidad de Puno

 

El 28 de noviembre del 2021 emprendimos un viaje a la ciudad de Juliaca, región de Puno- Perú junto a la compañera y colega brasileña, Andrea Brasil. Nuestro objetivo en esa nueva experiencia fue recorrer parte del Altiplano peruano-boliviano y conocer de manera presencial a miembros del Instituto de Interculturalidad de Puno. Esta Institución es fruto del esfuerzo de un equipo multidisciplinar que trabaja junto con la defensa de los derechos humanos de las gloriosas rondas campesinas de la región de Puno, al sur del Perú organizadas en la Central Única Nacional de las Rondas Campesinas del Perú (CUNARC-P). Así también, contribuyen en pensar conjuntamente alternativas de desarrollo de acuerdo a la autodeterminación de los pueblos. De esta manera, respetando los derechos humanos en materia de pueblos indígenas u originarios.

 

Conocí al Instituto de Interculturalidad gracias a la invitación de mi orientador en el primer trimestre del 2021 durante la Ceremonia Virtual de Juramentación de su Junta Directiva. También, fuimos invitados al Akullikuy Intercultural o Encuentro Intercultural Virtual en el mes de octubre donde se homenajeó al Profesor José Geraldo de Sousa Júnior por sus años de entrega al Colectivo DANR y su labor abnegada defendiendo los derechos humanos de pueblos indígenas. Recuerdo con mucha nostalgia ese día, pues pudimos construir alianzas y pensar proyectos juntos en materia académica y de investigación conjunta entre el Instituto de Interculturalidad y nuestra querida Universidad de Brasília (UnB).

 

Es así que fuimos recibidas con mucha alegría por miembros del Instituto al llegar a la ciudad de Juliaca, provincia de San Román, región de Puno. Conocida como “La perla del Altipliano” o “Cuna de Machuaychas y Chiñipilcos”, al hacer referencia a sus pueblos prehispánicos, nos encantamos con su cálida acogida, a pesar del frío altiplánico que caracteriza esta región del Perú.

 

Un lugar muy especial que se nos fue presentado por los miembros del Instituto fue la Laguna Umayo, la cual nos encantó por su inmensidad y el hermoso paisaje entre las montañas que la rodea. Lo anecdótico después de haber bajado hasta ese lugar fue, sin duda, la nevada que nos acompañó toda la subida de vuelta a más de 3900 m.s.n.m. De esta manera fue cómo la región de Puno nos dio la bienvenida: vistiéndose de blanco. También, pudimos conocer el Cerro Huaynarroque, el cual representa la máxima deidad del pueblo juliaqueño por sus grandiosos milagros como brindar prosperidad en la vida y principalmente en sus negocios, agricultura y ganadería.

 

De esta manera, ya estábamos más preparadas para seguir con las actividades del Instituto. La noche del viernes 3 de noviembre del 2021 donde iniciamos el segundo Akullikuy Intercultural, en el cual pudimos conocernos más.  Las palabras de bienvenida estuvieron a cargo del Presidente del Instituto de Interculturalidad, Joel Cornejo Salinas, quien completaba su periodo de gobierno. Así, su sucesor, el abogado Elvis Chuquija Cosi, se encargó del Pago a la Pachamama o Madre Tierra. Los compromisos de servicio, lealtad y acompañamiento a la defensa de las rondas campesinas fueron ratificados por parte de todos los asistentes miembros del Instituto. Podemos rescatar las palabras valiosas del Dr. Hernan Layme o el Dr. Roger Istaña quienes son jueces aymaras que vienen contribuyendo desde la justicia intercultural en el Perú.

 

Un momento muy especial, en lo personal, del cual me siento profundamente agradecida, fue la Entrega de Resoluciones Institucionales como Miembro de Docentes del Instituto de Interculturalidad y el regalo de un poncho andino de color gris que lleva la insignia del Instituto en lado izquierdo del pecho, es decir, en el lado del corazón. Con este momento tan especial sellábamos un compromiso con esta Institución y en especial, con las rondas campesinas.

 

Una gran característica del Instituto es su equipo multidisciplinar con profesionales de áreas como el derecho, la ingeniería ambiental, las comunicaciones, la administración, entre otras. Es gracias a estos profesionales jóvenes que hoy día ronderos y ronderas de Puno pueden acudir a resolver sus dudas frente a procesos judiciales en los que el Estado peruano viola sistemáticamente sus derechos. Asimismo, miembros del Instituto acuden a las Asambleas o eventos que las rondas campesinas los invitan muy cordialmente, pues muchas veces necesitan asesorías específicas en temas como: derechos humanos, cambio climático, enfoque de género, etc.

 

Después del Akullikuy

 

Luego de la ceremonia con el Instituto de Interculturalidad, al día siguiente, tuvimos la oportunidad de conocer el Lago Titicaca, el cual es conocido como el Lago más Alto del Mundo al encontrarse a 3 812 m.s.n.m. Según la leyenda de Manco Cápac y Mama Ocllo, la cual da explicación mítica de la cultura Inca y su origen, pues fue en ese lugar donde estos dos personajes salieron a cumplir el deseo del Dios Sol (Inti). Además de ser un lugar de encuentro fronterizo entre Perú y Bolivia, pues ambos países lo comparten.

 

También, visitamos una comunidad altoandina del distrito de Cojata, provincia de Huancané, región Puno donde pudimos conocer de cerca la vida de comunidades ronderas localizadas en esta parte del país. Vimos la crianza y mejoramiento de alpacas y ovejas como principales animales domesticados a más de 4 mil metros de altitud, pues la geografía de presencia de Cuencas de Agua o Colchones hidrólogicos caracterizan estos ecosistemas protectores de la Yakumama o Madre Agua. Por tanto, es imprescindible su protección y defensa de los derechos de las comunidades que las defienden frente al extractivismo minero.

 

El Instituto de Interculturalidad y el Colectivo “El Derecho Hallado en la Calle”

 

Para finalizar esta Carta doy gracias al Colectivo DANR por haberme brindado la oportunidad de reencontrarme con mis compatriotas del Sur del Perú me siento más fortalecida y orgullosa de ser investigadora de este gran espacio. Es que se trata de retribuir todo lo aprendido en el medio académico al poner toda la experiencia y conocimientos para el fortalecimiento de instituciones que guarden valores comunes como la defensa de los derechos humanos de pueblos indígenas. En este caso, el acompañamiento leal es imprescindible con intelectuales comprometidos/as, operadores de justicia y, por supuesto, las autoridades ronderas que nos vienen enseñando con sus conocimientos ancestrales.

 

Esperamos tener algún día, dentro de nuestras aulas de la UNB, autoridades indígenas enseñándonos sobre derechos indígenas desde visiones interculturales y experiencias propias. Así como, esperamos pronto tener estudiantes de nuestra universidad, como nosotras, intercambiando diálogos de saberes (según Boaventura de Sousa Santos) junto a los pueblos y aliados/as defensores de derechos humanos en varias latitudes del mundo. Puno nos sigue enseñando históricamente esas formas de resistencia y organización popular que yace en la construcción de justicia(s) intercultural(es) donde las diversas formas de comprensión del derecho más allá de la legalidad, siga iluminando nuestros caminos para: recorrer, viajar, construir y aprender. Sí, los mismos cuatro verbos que seguirán acompañando este 2022.



[1] Doctoranda quechua peruana en Derechos Humanos y Ciudadanía por la Universidad de Brasília (UnB) en Brasil. Becaria de la CAPES. Magister en Integración Contemporánea en América Latina por la Universidad Federal de la Integración Latinoamericana (UNILA) e Internacionalista por la misma universidad. Actualmente es docente universitaria e investigadora en temas de descolonización del derecho, pueblos indígenas y relaciones internacionales. Miembro del Grupo de Investigación de “El Derecho Hallado en la Calle” de la Universidad de Brasilia, coordinado por el profesor Dr. José Geraldo de Sousa Junior. E-mail: shyrley123@gmail.com

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